miércoles, 26 de octubre de 2011

Siguiendo la descripción que realiza Hernández Álvarez de los modelos curriculares, características principales de cada uno de ellos son:

Los modelos curriculares descritos por Álvarez son: modelo técnico, modelo práctico y modelo crítico.
En el modelo técnico, el conocimiento científico es el único medio para conseguir el conocimiento cierto. El profesor es el ejecutor de un programa elaborado en otras instancias y calificador de los resultados que los alumnos obtienen. El qué hacer no es cosa suya, le viene dado. El alumno se encarga de la memorización y reproducción de respuestas.
La relación que existe entre la teoría y la práctica es, que la teoría dirige y controla, evalúa la práctica.
Velázquez Buendía considera al aprendiz como un sujeto pasivo que registra mecánicamente las informaciones y aprendizajes que va obteniendo. El aprendiz tiene un escaso conocimiento del deporte, falta de motivación y sensación de fracaso.
En este modelo se hacen las cosas, se cumplen los plazos, se adopta en fin un compromiso, sí, pero puramente burocrático y muy superficial; se cumplen determinadas conductas, pero sin comprender claramente por qué.
Todo ello expresa, en suma, la resistencia al cambio; porque el técnico no lo quiere, ya que conlleva un esfuerzo adicional de puesta al día en cuestiones didácticas y científicas; porque no está acostumbrado a trabajar en equipo o no quiere o no sabe; porque se siente amenazado por los cambios que produce lo desconocido; porque se conforma con la situación que le viene dada; porque es incapaz de cambiar sus hábitos y sus seguridades.

En el modelo práctico, la finalidad es la capacidad de tomar decisiones sobre como actuar en una situación concreta. Existe una relación dialéctica entre profesor-alumno. Pues el profesor actuará en la evaluación como un crítico constructivo en busca del diagnóstico de la situación y comprensión de la misma, no como un medidor y calificador.
La relación que existe entre la teoría y la práctica es que la teoría trata desde la comprensión de la práctica, de orientarla y mejorarla.
En este modelo los profesores que abordan la problemática del desarrollo del currículum
desde una racionalidad práctica, si algo dejan bien patente es su compromiso con la mejora de la enseñanza que desarrollan, expresado sobre todo en términos de afán y de ilusión. Han asumido que las decisiones curriculares son algo conflictivo, algo que les plantea dilemas y les demanda una toma de decisión reflexiva, algo en suma muy distinto a aceptar sin más las disposiciones emanadas desde la Administración.
Desde el estilo práctico nos encontramos, pues, ante una concepción del trabajo docente, del desarrollo del currículum, como un Proyecto de Investigación-Acción.

El modelo crítico se encarga de conocer y transformar la realidad.
El profesor analiza de forma crítica las interacciones ofreciendo posibilidades reales de cambio en la teoría y en la práctica. Así pues la teoría crítica colabora en la solución de los problemas de la práctica; busca las causas y determinantes de tales situaciones.
La función principal de este modelo curricular está encaminada a cambiar el mundo y no simplemente a describirlo (modelo técnico) o tratar de comprenderlo (modelo  práctico).
La relación que existe entre la teoría y la práctica es, que desde la reflexión de la práctica, la teoría debe comprometerse en el estudio y comprensión de los valores que confluyen en las diferentes situaciones sociales, haciendo que las personas sean conscientes del papel que dichas situaciones juegan en sus vidas.
Este modelo, debe buscar el cuestionamiento por parte del alumno de actitudes y comportamientos que él mismo considera naturales, fomentando la reflexión crítica sobre la realidad. Esta realidad debe ser presentada como un proceso cambiante cuyos agentes son los humanos, los cuales llevaran a cabo una transformación.

En definitiva, y como conclusión nosotros como futuros docentes abordamos la problemática del desarrollo del currículum desde una racionalidad crítica. Pues si algo tenemos claro, es que lo que da forma y sustancia al estilo crítico es la idea de
una comunidad, participativa y democrática, dedicada a reflexionar sobre sí misma, y comprometida con el desarrollo de la educación crítica, por tanto, presupone la condición colaborativa; la idea, en fin, es que «o nos salvamos todos, o no se salva ninguno».

2 comentarios:

  1. Me vas a permitir una pequeña observación, Alba:

    El estilo crítico parte de la idea de llevar a cabo cambios contra las desigualdades sociales.

    Por ejemplo: que los alumnos, se pongan en el lugar de un discapacitado físico recorriendo la ciudad de València con silla de ruedas para así comprobar las dificultades de infraestructuras que pueda sufrir este sector social. Después, en clase, se haría un comunicado al ayuntamiento reivindicando la mejora del mobiliario urbano adaptándola a las necesidades de todos.

    Luego, el fín que tu reivindicas: "o nos salvamos todos o no se salva ninguno" solamente tendrá valor cuando consias sensibilizar al alumnado en la lucha por el cambio de una circunstancia social complicada. Es decir, deberemos estar en una comunidad participativa, democrática, reflexiva y comprometida siempre que se encuentre sensibilizada por intentar llevar a cabo una modificación de la sociedad.

    Solo matizarte la última teoría que me parece que no habías conseguido extraerle toda la significación (es bastante complicada de entender, a mi me costó ¡lo mío!, comprenderla).

    ¡Un saludo!

    Esther

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  2. Alba! No sabía que tenias blog!

    Muchas gracias por tu comentario.
    Desde luego sin vosotros no hubiera salido nada.

    En cuento os habéis ido nos hemos quedado uno pocos divagando y tal...
    Se ha quedado hasta el final Vicent y nos hemos reído bastante.

    Un abrazo muy grande Alba!

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